No sé si este era su verdadero nombre o el de la marca que los popularizó. Eran unos rompecabezas de plástico con piezas móviles que formaban un dibujo. La gracia consistía en que alguien lo deshiciera y tú consiguieras rehacerlo a base de mover las fichas. Al principio era difícil, pero una vez que cogías el tranquillo ya no tenía mucho misterio. Tuve varios de éstos. Recuerdo uno de Naranjito y otro del Pato Donald. También alguno pequeñito a modo dellavero.
